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Foto del escritorMario Pérez Magallón

Lacan

Estoy en una habitación con una de mis hermanas viendo televisión. Volteo la mirada a la ventana y veo el cielo más estrellado que haya visto en mi vida. El movimiento de las estrellas es tangible, casi se puede tocar. Veo una tímida luna creciente y a su lado una estrella más grande y brillante que el resto.

—Mira, hacia allá está Turquía. Qué bonito cielo. ¿Si ves todas esas estrellas? —le pregunto emocionado a mi hermana.

—No. No veo nada.

Regreso la mirada al cielo, como dando oportunidad a que los personajes y los objetos del sueño sean cambiados del escenario que es la habitación.

Para cuando regreso la mirada, en la habitación contigua están por acostarse y dormir Lacan, mi madre y una persona más. Hago lo mismo en mi cama. Estamos así un rato y todos parecemos notar que es muy temprano. Ellos se mudan a mi cama: Lacan a mi lado y mi madre a los pies. Lacan inicia con su discurso, habla sin parar. Pasa su mano por la pierna de mi madre. Lo observo pensando en que será inevitable pelear con él. Observo que en realidad es mucho más grande y fuerte de cómo lo imaginaba. Entiendo que será una pelea dura.

Continúa con su relato. Nos platica que tiene un sobrino que presume ir al inframundo, lo cual le merece todo tipo de burlas. "En ese pinche inframundo sólo debe haber jotitos como él", dice entre carcajadas. Noto que cerca de su hombro derecho, una especie de hombrecito-mariposa de colores brillantes lo observa atento.

—¿Y también habrá seres como ese? —le pregunto.

—No, ese no es del inframundo, ese es muy mundano. Tan mundano que lo voy a besar. Observen.

Todos quedamos a la expectativa de lo que está por hacer. De la nada salen otras personas para observar su hazaña. Veo que lo intenta con bastantes dificultades, pero me preocupa mucho más que alguien tenga una cámara a la mano para fotografiarlo.

En mi búsqueda leo una frase del mismo Lacan pintada en la pared: "Hay que ser conscientes de la cantidad energética que depositamos en cada objeto de deseo, ya que no sospechamos que será la misma carga cuando se nos presente es objeto en realidad".


(18/07/2013).

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